Carnicería Granero

Durante varias generaciones, la Carnicería Granero ha estado presente en la vida diaria de Rascafria. Ya en los años veinte D. Serapio Aguirre, padre del fundador de la carnicería y tratante de ganado, comenzó a vender carne y otros productos por el valle del Lozoya.

Su hijo D. Benigno Benito Aguirre (el Sr. Granero) a principios de los años 50 creo su propia carnicería y a partir de aquí esta empresa no ha dejado de crecer. Hoy en día, Carnicería Granero tiene un prestigio y una fama conseguida a base de esfuerzo y dedicación gracias a que hemos mantenido su lema fundamental: tradición y calidad.

El origen del nombre de nuestra carnicería es muy curioso. A principio de los años 20 nació nuestro padre. Su padre, el Sr. Serapio era muy aficionado a los toros, cosa que en aquellos tiempos era lógico, y en particular gran seguidor de un torero que a principios del siglo XX había alcanzado mucha fama: se trataba de Manuel Granero, nacido en Valencia en 1902 y que murió en la plaza de toros de Madrid en 1922 corneado en un ojo por el toro Pocapena. En 1921, Manuel Granero lideró el escalafón de toreros. Pues bien, cuando nuestro padre era un recién nacido, el Sr. Serapio (nuestro abuelo) dijo: este niño va a ser torero como Granero. Y a partir de ahí todo el mundo lo llamó así, incluso su propia madre se dirigía a él como Granero.

A principios de los años 50, Granero fundó su propia carnicería en su vivienda de la Plaza de la Villa número 29 de Rascafría, habilitando un espacio de poco más de 2 metros cuadrados. Mucha gente se acuerda aún de este primer negocio y se preguntan todavía cómo en ese minúsculo habitáculo podía vender tanta carne. Más tarde, en los años 70, sus hijos nos incorporamos al negocio y ampliamos la carnicería a un espacio colindante y con unos medios más modernos. La tercera ampliación se produjo en los años 90 ya pensando en un futuro más competitivo. También modificamos el obrador adaptándolo a las nuevas necesidades y cumpliendo la normativa europea sobre comercio de productos perecederos.