
Cada año, cuando veo la catarata de aceitunas maduras entrar en el molino para convertirse en un aceite que brilla como el sol, recuerdo la historia de nuestros orígenes.
Hace muchas décadas, cuando mi padre, José, contaba solo 12 años, con su padre y su hermano mayor plantaron 200 olivos en una pequeña parcela de la familia. Les llevó meses completar la plantación, pues aprovechaban los ratos libres entre las demás labores del campo. Eran tiempos de estrecheces, que mi padre siempre recuerda de “mucho esfuerzo y poco almuerzo”.
Hoy, cuando paseo por el olivar y contemplo estos árboles majestuosos, ya maduros y plenos de cosecha, no puedo evitar imaginar a aquel niño hundiendo el esqueje en la tierra: ¿Qué pensaría en aquel preciso momento?
José ha cumplido 80 años en 2018. Él me ha transmitido los valores de apego a la tierra, respeto a la naturaleza y compromiso con la familia. Lo mismo que yo transmitiré a mi hija, añadiendo así un eslabón más a una cadena que se repite desde hace ya tantos siglos.
Es el fruto del tesón, el cariño y la experiencia lo que nos hace recoger cada año el mejor producto que dan las Tierras de La Mancha, en el corazón de España: nuestro valioso Aceite de Oliva Virgen Extra.
La tierra árida. Dicen que el origen del nombre proviene del árabe “la escasa de agua”. La Mancha es una región de extremos, con inviernos muy fríos y veranos desérticos. Sus pobladores se adaptaron a vivir con poco y cultivar los escasos recursos del terreno con provecho. En La Mancha se dan como en ningún otro sitio la Trilogía Mediterránea: cereales, vid y olivo.
Valdepeñas es la mayor productora de vino del mundo.
De sus trigos obtenemos un pan artesano, que sabe a pueblo y alimenta el alma tanto como el estómago.
Sus pastos alimentan rebaños de ovejas que producen un queso, el manchego, apreciado como uno de los mejores del mundo.
En sus campos florece en octubre la Rosa del Azafrán, un cultivo originario de Oriente Medio, pero que alcanza en La Mancha la máxima calidad: el sello “Made in Spain” es tu mejor garantía.
Sus olivares centenarios se extienden por enormes superficies a lo largo de La Mancha. La alta calidad el Aceite de Oliva Virgen Extra es reconocida ya en el mundo entero.
El triángulo comprendido entre las poblaciones de Membrilla, San Lorenzo de Calatrava y Villanueva de la Fuente conforma el territorio de la Denominación de Origen del Aceite de Oliva Virgen Extra CAMPO DE MONTIEL, nombre que recoge la tradición histórica de la antigua comarca fundada por la Orden de Santiago en el siglo XII.
Con casi 50.000 hectáreas de olivar y unos 3.000.000 de olivos, las tierras del Campo de Montiel tienen una capacidad productora de unas 8.000 toneladas anuales de aceite.
La Denominación de Origen CAMPO DE MONTIEL se creó en 2004 y en la actualidad engloba a casi 20 empresas y cooperativas, con más de 6.000 socios productores, todos ellas vertebrados en torno a la cooperativa de segundo grado Campo de Montiel para la producción y comercialización del aceite.
Campo de Montiel dispone de instalaciones centrales de catalogación, tipificación y envasado de aceites, así como de un centro logístico de comercialización y distribución en la población de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real).
El aceite de la denominación se obtiene de las variedades Cornicabra, Picual, Manzanilla, Arbequina y Local, que le confieren interesantes notas amargas y picantes, así como ligeros tonos de manzana y almendra.
Todas las fases de cultivo, producción y elaboración del aceite están reguladas de forma estricta por el panel de control de la DO, incluyendo un detallado código de buenas prácticas agrarias. Sólo los aceites que cumplen escrupulosamente con la regulación pueden pasar por el procedimiento de certificación externa y obtener el derecho a ser etiquetados con una numeración exclusiva de la Denominación CAMPO DE MONTIEL.
La variedad Picual confiere al aceite su característico picor, mientras que la variedad Cornicabra le aporta ese toque de amargor. Ambas notas, el picor y el amargor, son las señales físicas de una presencia química clave: la alta concentración de polifenoles, el mejor antioxidante natural que existe en la Tierra.
El equilibrio que conseguimos con el coupage de picual y cornicabra da lugar a un aceite de alta expresión, con fuerte personalidad y gusto muy marcado, que deja su impronta en la mesa, ya sea en forma de ensaladas o en productos a la plancha.
Nuestro aceite SANCHO es la culminación de años de trabajo seleccionando los mejores productos de nuestros campos para llevar a su mesa un producto único, saludable, genuino y tradicional.
marzo, 2023
jueves
August 26,2019
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