Ingredientes
2 kg de caracoles
8 cucharadas soperas de especias reunidas
2 cucharadas soperas de comino molido
2 cabezas de ajos
1 cebolla mediana
2 o 3 cayenas, según el punto de pique
Sal
6 dientes de ajos
2 cucharadas de harina o 2 rebanadas de pan, según el gusto
1 cucharada de comino molido
1 cucharada de pimentón dulce
Un vaso de aceite de oliva (125 ml)
Un vaso de vino blanco (125 ml)
Cayena
3 cucharadas de salsa de tomate
Elaboración
Lo primero que vamos a hacer para preparar esta tradición andaluza es ponernos una cerveza bien fresquita. Puede ser sin alcohol, claro está, o lo que a cada uno le guste pero que acompañe la tapa. Una vez que estamos listos, empezamos lavando muy bien los caracoles y los dejamos media hora sumergidos totalmente en agua. Después los calentamos a fuego lento hasta que todos estén fuera.
Mientras los dejamos reposar, prepararemos las especias en un trozo de tela, al estilo de los tés, bien atado y lo echamos en bastante agua para cocer. Seguidamente echaremos las cayenas, los ajos, las cebollas, la sal y lo dejamos todo hervir hasta que se poche.
Es el momento de preparar la salsa. Empezaremos calentando los ajos laminados en aceite de oliva abundante (125ml) y, a continuación, le añadimos la harina, el comino y el pimentón. Mientras apartamos para que no se queme, le echamos el vino y la pastilla de caldo. Se calienta todo a fuego medio. En el caso de que hiciera falta se le añade un poco de agua y reservamos.
Volvemos a los caracoles. Una vez que hayan reposado, les quitamos el agua hasta dejarlos bien escurridos y los introducimos en el caldo que hemos preparado anteriormente. Ahora los ponemos a fuego medio-alto y espumamos hasta que veamos que estén limpios (unos 30 minutos aproximadamente). Luego, añadimos un buen manojo de hierbabuena y probamos de sal y pique hasta dejarlos a nuestro gusto.
La segunda parte es añadir a la salsa la mitad de los caracoles escurridos y el caldo que queramos, según la textura que nos guste. Le añadimos la salsa de tomate y a fuego medio unos diez minutos. Cuando repose todo un rato, ¡estará listo para probar!
Texto e imagen del portal de Olipaterna